miércoles, 8 de agosto de 2007

FUNDAMENTACIÓN.

El enorme desarrollo que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han tenido durante los últimos años y su aplicación en los diferentes ámbitos de la vida, ha suscitado enormes cambios en nuestra forma de percibir el mundo y de relacionarnos en él; se han modificado las condiciones del trabajo, los valores y el perfil socio-cultural. La difusión sin precedentes de tanta y tan variada información, hace que se genere, en el ser humano, desorientación frente a ella; sobre la relevancia, la tendenciosidad y la veracidad.
La era informática en la cual vivimos, no solamente supone “las herramientas tecnológicas por sí mismas”, sino su aplicación en las distintas esferas y especialmente en la educación, con todo la construcción de conocimiento que implica.
Es imprescindible, entonces incorporar a las TIC a los centros educativos y para ello, hacer modificaciones sustanciales en los planteamientos de la educación que van desde la potenciación del desarrollo cognitivo de los alumnos, facilitándoles nuevas formas de representar la realidad, hasta la introducción de nuevas metodologías. Por lo tanto es necesario analizar de qué manera puede la educación formal participar en el proceso de transferencia y aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación, para contribuir al mejoramiento cualitativo en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Verdaderamente no es posible estar al margen de la realidad sociocultural, dejando de lado a la tecnología para mejorar la calidad de la educación ya que la creación de nuevos saberes genera la angustia de la inadecuación, el analfabetismo funcional y la necesidad de aprender permanentemente Esta situación general tiene un reflejo especial en el ámbito de la enseñanza.
Tal como lo manifiesta Juana Ma. Sancho hay que utilizar métodos de enseñanza que permitan utilizar a la tecnología y especialmente a Internet, en forma educativa, es decir aplicando una actitud reflexiva y crítica, útil para la educación.
Generalmente la masiva inclusión de tecnologías en los centros educativos no está precedida de la necesaria reflexión sobre los tiempos, los modos y los contextos en los que deben incorporarse, es por ello que todo aporte a través de metodologías docentes innovadoras, dinámicas y activas basadas en lo antes mencionado contribuye a incentivar a los alumnos con la consiguiente mejora en el proceso de aprendizaje
En el siglo XXI podemos recalcar lo manifestado Burbules y Callister, que no es necesario preguntarse sobre la utilidad de la tecnología en los centros educativos, tal como no nos cuestionamos los libros o los pizarrones; como instrumento de información y comunicación, la computadora, Internet, las enciclopedias interactivas digitales o la televisión son tan buenos o malos auxiliares de los procesos de enseñanza y de aprendizaje como los tradicionales. Lo esencial es saber cómo se los usa y con qué fines.
Es un imperativo, entonces, en estos tiempos repensar la experiencia educativa introduciendo los nuevos lenguajes con los cuales los alumnos están familiarizados. El sentido de hablar de lenguaje aquí tiene el alcance de ir insertándose en nuevas formas de comunicación que están atravesadas por el uso de las TIC.
Al decir de Calzadillas[1] es imprescindible que los docentes: “actualicen su repertorio pedagógico para transformar la experiencia educativa en hecho trascendente, proporcionando al estudiante la visión de catalejo que necesita para echar a volar su creatividad y voluntad de aprender.”
Con el uso de las TIC y especialmente de la computadora, los aprendices pasan a tener un papel mucho más activo, aprenden haciendo, son constructores de su conocimiento, realizando trabajos colaborativos e individuales, buscando, seleccionando y procesando información. El docente debe actuar como facilitador pero además como conductor del aprendizaje, no tiene que dejar todo bajo la decisión de los alumnos. Pero todavía nos encontramos enfrentados al cambio del paradigma tradicional de aprendizaje.
La interactividad favorecida por las TIC permite el desarrollo de procesos de comunicación e intercambio entre los sujetos rompiendo barreras temporales y espaciales, por tanto, el medio está jugando un papel socializador.

En este proyecto se propone la aplicación de la computadora :
· Como MEDIO, como herramienta para apoyar, desarrollar y complementar contenidos curriculares
· Para construir conocimientos informáticos
· Como laboratorio de exploración ya que se plantea la valorización del individuo como persona, el respeto a su dignidad y el derecho a desarrollar sus capacidades de análisis, compresión y expresión de ideas hasta el límite de sus posibilidades; para ello es necesario generar políticas y estrategias que acepten el derecho del alumno a tener y expresar sus opiniones y a gozar de la oportunidad de seleccionar caminos viables para resolver los problemas operativos que se presentan frente a la computadora . Como bien lo ha mencionado S. Papert, “la adquisición del conocimiento es una reconstrucción activa del mismo, un acto de apropiación y no una recepción pasiva de la información”.
· Para adquirir la competencias necesarias que le permitan el uso cotidiano y fluido de la computadora
· Como herramienta que facilita la búsqueda, organización y presentación de la información y que permite desarrollar habilidades de pensamiento analítico, crítico y creativo.
· Como mediadora educativa, en un contexto de mediación psico-social intencionado; más allá del aprendizaje de los contenidos que proporciona la índole del programa utilizado.
· Para la comunicación e interacción entre profesores y alumnos
· Como medio que fortalece los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
La incorporación de la computadora, obliga a los usuarios a tener una alfabetización tecnológica, lo cual se logra teniendo acceso a trabajos prácticos y teóricos relacionados con el uso de la tecnología; adquiriendo un marco de referencia tecnológico amplio que le permita saber por qué está haciendo lo que hace y para qué. Es importante que el alumno y el docente se sientan seguros en su preparación para “apropiarse” de la tecnología.
La alfabetización tecnológica no puede dejar de lado aspectos como el lenguaje, el aprendizaje, el conocimiento y la cultura. En este sentido, ya no será suficiente que los alumnos sepan leer con sentido para interpretar y apropiarse de los conocimientos, tendrán que llegar con habilidades que les permitan otros modos de relacionarse con las llamadas “nuevas tecnologías”, es decir, en sus empatías cognitivas y, expresivas con ellas, y en los nuevos modos de percibir el espacio y el tiempo.
El trabajo con computadoras genera procesos de interacción y de diálogo entre personas donde la información adquiere nuevos significados mediante el intercambio de mensajes con otros, no debemos olvidar que el medio por sí mismo no hace de los estudiantes mejores aprendices, su incorporación requiere modelos de uso muy claros de manera que permitan la apropiación de los contenidos presentados.
Disponer de computadoras y de software educativo no es garantía de que el uso que se haga sea el óptimo, o el más adecuado se requiere por parte del docente una adecuación de la planificación y gestión de la enseñanza. Debemos comenzar por entender que la tecnología transforma nuestra relación con el espacio y con el tiempo, permite volver a localizar el aprendizaje en conexión con el mundo, que se generan estilos, modos o maneras de aprender, propios.
Uno de los recursos que proporciona la computadora, más usados, es Internet; esta red de redes aporta una biblioteca mundial “virtual”, interconectada y diseminada geográficamente, cuyos documentos puede consultar cualquier persona pero además es un mecanismo de comunicación, de colaboración a distancia en la creación de documentos. Si no se dispone de instrumentos de navegación eficaces los docentes y estudiantes podrían pasar la vida "navegando" por Internet en busca de la información que necesitan, es imprescindible, entonces, aprender a buscar y localizar bancos de información que enriquezcan y apoyen los procesos de aprendizaje, pero también es necesario replantear las maneras en que los alumnos reciben esa información y pueden construir conocimientos sin perder de vista que en toda situación didáctica el centro deberá ser el estudiante; la función del docente será la de un facilitador y conductor que presta asistencia cuando el estudiante procura construir conocimientos e incentiva el desafío intelectual.
[1] María E. Calzadilla. Lineamientos para la incorporación de Tecnologías de Información y Comunicación, al proceso de formación docente bajo la modalidad educación a distancia, desde el enfoque colaborativo. Universidad Pedagógica Experimental Libertador Barquisimeto, Venezuela

No hay comentarios: